La gran fiesta del manga
El comictek es uno de los símbolos de la desmesura del manga en Japón. Es la cita popular más multitudinaria de la cultura manga. Las colas de espera para acceder a la fiesta empiezan varios días antes de la inauguración, y más de doscientos mil visitantes sitian el lugar durante tres días.
Durante este gigantesco happening varios miles de cosplayers, que llevan meses preparándose, desfilan ante los objetivos de los fotógrafos aficionados.
De todos los rincones de Japón llegan aprendices de mangaka que presentan y venden sus dibujos. Esta inmensa feria, que se organiza dos veces al año (en agosto y en diciembre), desprende un atmosfera difícilmente comprensible para un neófito. Cada clan tiene sus propios códigos de identidad y se mantiene totalmente aislado del mundo exterior. El clan de sailormoon, por ejemplo, jamás se mesclaría con los de dragon ball. Cuestión de principios.
Para los habituales del comictek meterse en el manga es como meterse en una secta. La desmesura es total y el espíritu critico es evidente proscrito. Con el paso de los años las grandes editoriales japonesas han relacionado esta feria con el fenómeno otaku y han acabado rechazándola, ya que consideran que dan una mala imagen a la cultura manga, una imagen excesivamente caricaturizada y simplista. También le reprochan no poder controlar el contenido de los mangas amateurs que circulan, que son en su mayoría parodias sexuales de las aventuras de las grandes series de éxito.
A pesar de los excesos, el comictek no hace mas que confirmar una evidencia: la cultura manga ha tomado las calles desde hace mucho tiempo, e incluso en un país tan respetuoso como Japón, los jóvenes asimilan sus iconos y los reinterpretan a su manera, con su propio humor y sus propias obsesiones. La sesión del mes de agosto el comictek es mucho mas multitudinaria que la de diciembre, ya que tiene lugar durante la quincena de vacaciones anuales de los japoneses. Se desarrolla en una atmosfera asfixiante, con temperaturas de casi cuarenta y cinco grados, y en un decorado lunar.
Los fotógrafos aficionados, que persiguen a los cosplayers, suelen avergonzarse de estar allí y se niegan rotundamente a que a su vez se les fotografíe.
Los coplayers muestran sus trajes, a cual mas kitsch. Por su parte, los aprendices de mangaka parodian a los grandes héroes en sus versiones de los mangas. Los jóvenes japoneses suelen atacar a los héroes de las grandes series manga, a los que caricaturizan en plena relación homosexual.
En la plaza los jóvenes cosplayers rivalizan en originalidad con sus disfraces, a menudo hechos a mano.
La primera edición del comictek tuvo un lugar en 1975. Conto con solo treinta expositores y apenas ochocientos participantes.
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