On 02 febrero 2012 0 comentarios

Un lugar sagrado y protegido.

El trabajo de un mangaka es muy diferente del de un autor europeo de comic. Tener que producir más de mil trescientas páginas por año  le exige una organización mas cercana a la de un realizador de largometrajes que la de un artista del dibujo. Todo su trabajo se lleva a cabo en su taller, un lugar de intensa actividad y extremadamente secreto, donde resulta casi imposible que dejen entrar a un extraño.
La vida laboral de un Mangaka en Japón no es nada fácil. Mucho trabajo que a veces no termina con una justa recompensa. Pocos son los que llegan a la gloria y en algunos casos, tras alcanzarla, se retiran a causa del agotamiento.
Si en Japón hay más de 3.000 mangakas, los que han alcanzado la fama son una mínima parte (sobre el 10% de dicha cifra), pero también es cierto que alguno de estés mangakas (Rumiko Takahashi, Akira Toriyama, etc…) son de los mejor remunerados de Japón; sin embargo llegar a la gloria supone muchas horas de trabajo y decenas de páginas por semana.

El taller del mangaka
Para un fan el manga, el taller de un mangaka suena a santuario, un templo, un lugar de adoración. Es difícil, por no decir imposible, que un mangaka deje entrar a un extraño en su taller, de hecho no es raro que guarden su ubicación como el mayor de los secretos.
Dicho taller es un lugar de intensa actividad, donde la organización es extremadamente importante para poder cumplir con los plazos de entrega. El trabajo se organiza cada día, teniendo en cuenta hasta el más pequeño de los detalles. Normalmente, el Mangaka define primero con el editor la orientación de los capítulos de la serie para a continuación elaborar los apuntes y la historia que desarrollará en ellos; después entran en acción los ayudantes.
Para muchos de estos mangakas, sus ayudantes son como de la familia, al fin y al cabo son muchas las horas que pasan juntos, más que con la propia familia.
 Algunos de estés mangakas tienen su propio estudio (Bird Studio de Tokira Toriyama, Dynamic Productions de Gô Nagai, Studio Tron de Kia Asamiya, Saito Productions de Tadao Saitó, etc…) llegando a tener 20 empleados o más. Estos ayudantes realizan tareas tales como recuadrar viñetas, entintar dibujos, recopilar información,… ¡¡incluso preparar la comida para todo el personal!!.
El Editor
Si hay alguien importante para un mangaka es el editor; es su agente, su asesor, hasta hace la función de padre “adoptivo” en algunos casos, e incluso alguna vez esta relación ha llegado a boda.
Ciclo de trabajo
La rutina semanal de un mangaka suele consistir en:
·         Lunes: reunión con el editor para acordar la entrega semanal.
·         Miércoles: entrega de bocetos a lápiz para aprobación.
·         Viernes: entrega de las páginas para su maquetación.
Y así semana tras semana, dibujando incansablemente… Como anécdota contaros algo increíble y es que en caso de retraso en la entrega, algún editor ha llegado al extremo de encerrar al mangaka para que termine las páginas exigidas.
Como podéis ver, el trabajo del mangaka no es nada fácil, quizá por eso no es de extrañar que alguno de ellos, tras alcanzar el éxito, se retiren. Toriyama, autor de Dragon Ball, cesó en 1995; Yoshihiro Tagashi, autor de Yû Yû Hakusho, se había retirado un año antes. Cuando alguno de éstos artistas pone fin a su serie de éxito, esta no es continuada por otro dibujante, como suele ocurrir en occidente.




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